El
término vocación proviene del latín “vocare” y significa “llamada”. Es la
llamada que se hace al ser humano en la vida. Desde el punto de vista
cristiano, la vocación es la llamada que Dios hace al ser humano a lo largo de
su vida para realizarse plenamente como persona y también como hijo o hija
Suyos. De ahí que en la vida toda persona recibe muchas llamadas en su camino y
búsqueda hacia la realización plena de su existencia.
Podemos
señalar entonces que todo camino que elijamos en el cual nos permita
desarrollarnos plenamente como personas es una vocación. Es por ello que
también en la vida cotidiana utilizamos este término para referirnos a lo que
hacemos o nos dedicamos, como una vocación. Y es muy importante en la profesión
u oficio que elijamos para desempeñarnos en la vida, pues sólo quien tiene
vocación para algo podrá realizar eso con todo gusto y por ende, le será más
fácil el camino hacia su felicidad.